Con las ACIs, la densidad de la pared es mayor que la del aire

Imagen: Chema Madoz
Imagen: Chema Madoz

 

Con las ACIs, la densidad de la pared es mayor que la del aire 

Raúl R. López Reyes

“Las Adaptaciones Curriculares (Individuales) significativas son contrarias a la educación inclusiva, porque son por concepción misma una devaluación del currículum, una división del currículum dicotómica, como si todos aprendieran una cosa y éste aprendiera otra cosa completamente diferente. Como si todos aquellos aprendieran lo mismo (que es una falacia) y éste es el que aprende diferente.

Pregunta: Si no se hacen adaptaciones curriculares, ¿qué hacen? Porque los profesores no están preparados, ¿qué hacen?

No han sido los profesores que tenían más metodologías, más instrucción, los que han sido los mejores maestros para mi hermano Rafa, sino los maestros que se han comprometido con Rafa y al comprometerse con Rafa, después buscan la fórmula. Porque el prejuicio -que es lo que sabemos de antes, lo que sabemos de la historia, que no es algo que tiene que ver con tu hijo o Rafa- es lo que está impidiendo investigar a Rafa: el prejuicio es pensar que como tiene Síndrome de Down sus características son éstas. Y entonces yo lo que tengo que hacer es esto y actuar con éste. Pero eso me está negando la posibilidad de investigar a esta persona concreta (que no la cosa, que era el prejuicio). Hay que salir del mapa, y para salir del mapa en realidad lo que te interesa es encontrar a alguien que se comprometa con esa persona.

Hay que cuestionar las adaptaciones curriculares porque lo que hay que cuestionar en realidad es el currículum hegemónico, el currículum normal, el currículum. Hay que cuestionar por qué las clases tienen que ir con un libro de texto: hoy toca la página 53 y mañana la página 54. Y hay que cuestionar que eso ocurra, pero eso no lo digo yo, eso lo dice la ley: antes de hacer cualquier adaptación significativa hay que hacer adaptaciones curriculares no significativas, que implican la modificación del contexto, la modificación de la metodología de enseñanza, la modificación de los materiales… Eso es lo que no se hace, porque eso no se modifica: sigo con el libro de texto, y éste que no se engancha, se queda fuera y entonces le hago una adaptación curricular.

Pero lo que habría que pensar es: ¿cómo puedo hacer yo de la metodología -que es para todo el mundo, para toda esta clase- una metodología que sirva para todos los ritmos de esta clase? Eso es lo que habrá que plantearse.

Y tú dices: “No están formados”. Pues nos tendremos que formar. A mí no se me ocurre que llegue a un médico y le diga:
-Mire, tengo cáncer.
-Pues tómese una aspirina.
-Mire usted, ¡que es que tengo cáncer!
-Pero es que yo para el cáncer mando aspirina…

Pues no. Mandar aspirina no es lo que hay que hacer. Lo que habrá que hacer son otras cosas. Te tendrás que poner a estudiar que para el cáncer no se mandan aspirinas. Pues los maestros tenemos que hacer lo mismo: investigar cómo podemos hacer para poder atender a la necesidad concreta de este niño o niña.”

 

Texto: Ignacio Calderón Almendros

Fuente: Lo posible y lo necesario en las prácticas inclusivas

Imagen: Chema Madoz

Composición: Orientación Educativa Sistémica

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