Desobedecer a la escuela

 

La homogeneización ha garantizado la selección del personal, ha legitimado y subjetivado el lugar a ocupar en la pirámide socio-laboral, ha distribuido desigualmente los aprendizajes y la capacidad de analizar la realidad… Se reproduce, por tanto, la sociedad y la cultura. Y en este contexto, salir de las prescripciones es, necesariamente, desobedecer a la escuela.

[Calderón Almendros, I. (2014). Educación y esperanza en las fronteras de la discapacidad. Ediciones Cinca, Madrid, p. 310].

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